No es noticia que las “drogas son malas”. Esto ha sido el tema de múltiples campañas educativas durante las últimas décadas. No obstante, a veces hay escasez de información en cuanto al daño que pueden causar estas substancias durante situaciones específicas como lo es el embarazo.
Es importante enfatizar que no porque algo sea legal, significa que sea bueno. Un ejemplo claro son las medicinas para el dolor. Son legales, pero si alguien las toma en exceso sin la supervisión de un médico, pueden llegar a tener consecuencias severas en la salud. Otro ejemplo es el alcohol, que si se toma en cantidades desmesuradas, puede llegar a ser mortal y es especialmente peligroso durante el embarazo.
Una de las drogas que causa más controversia es la marihuana. Hay muchos mitos acerca de si es segura en el embarazo. La realidad es que no existen buenos estudios científicos que descarten su potencial de ser dañina. Hay que tomar en cuenta que la marihuana es mucho más fuerte hoy en día que lo que solía ser. Recientemente, se han publicado estudios que relacionan el uso de marihuana durante el embarazo con problemas cognitivos y de desarrollo neurológico en bebés que fueron expuestos. Debido a que no podemos decir con seguridad que no causa daños, es de suma importancia evitar su uso durante el embarazo.
Otro tipo de substancias que son usadas frecuentemente son medicinas para el dolor (narcóticos como morfina, codeína, etc.). La adicción a éstas puede ser particularmente peligrosa ya que cuando son tomadas en grandes cantidades, pueden ocasionar depresión del sistema respiratorio y causar la muerte. Así mismo, el síndrome de abstinencia al dejar de tomarlas puede llegar a ser muy severo. Esto es particularmente problemático durante el embarazo, porque el bebé se vuelve adicto, y al nacer, experimentan el síndrome de abstinencia, y tienen que permanecer en cuidados intensivos. Existen muy buenas opciones para el manejo de ésta adicción, así que es importante consultar con su médico.
La cocaína es una de las drogas más peligrosas en el embarazo debido a sus efectos en la presión sanguínea. Al tomarla, las arterias que están en la placenta se cierran, lo cual puede ocasionar que se desprenda de la matriz, y ocasionar la muerte del bebé. También puede causar parto prematuro, entre otras complicaciones, aun cuando es tomada en cantidades pequeñas.
Las anfetaminas (cristal, hielo, tachas, corazones, etc.) no han sido vinculadas con malformaciones congénitas. No obstante, pueden causar restricción del crecimiento del bebé en la matriz, y por tal razón, deben ser evitadas durante el embarazo.
El mensaje más importante es que si usted siente que tiene un problema con alguna adicción y está embarazada, su ginecólogo(a) de confianza está allí para ayudarla de cualquier forma posible. Los profesionales de la salud siempre estarán de su lado, y ser abiertos sobre estos temas durante la consulta es un paso en la dirección correcta.
La información mostrada es para propósitos educacionales y de ninguna manera está publicada para sustituir recomendaciones médicas.